En relación con el virus SARS-CoV-2 es importante tener en consideración la posible capacidad infectiva de personas asintomáticas.
No obstante, hay que recordar que este fenómeno no es exclusivo de este virus, muchas personas, en situación de normalidad sienten a menudo molestias ligeras que, por su propio estado no les obliga a quedarse en casa y que pueden por tanto ser transportadores de agentes infecciosos; esto ocurre en épocas de gripe, resfriados o catarros. Afortunadamente estos casos son mucho más leves que SARS-CoV-2.
Asumiendo por tanto que algunas personas pueden ser focos generadores de agentes infectivos, debemos resaltar la importancia de la ventilación como medio efectivo de control.
La renovacion del aire tendrá poco efecto sobre las gotículas infectadas más grandes (>10 micras) ya que se depositan rápidamente, y deberán controlarse con la higiene de superficies, pero sí que será efectiva frente a las más pequeñas (5 micras) que pueden permaneces horas en suspensión en los ambientes cerrados.
En relación con el modo de funcionamiento de los sistemas, en momentos de alto riesgo de contagio como serán los próximos meses, por el subyacente de rebrotes, deben adoptarse las siguientes recomendaciones: