La sostenibilidad se ha convertido en un requisito imprescindible en la búsqueda de oficinas. Más allá de la demanda social de espacios más respetuosos con el medio ambiente, los edificios sostenibles permiten obtener rentas más altas, incrementar la valoración de los activos y hacerlos más líquidos.
“Con la irrupción de la tecnología, los cambios en los hábitos de trabajo y la eficiencia organizativa, la sostenibilidad y el bienestar se han convertido en aspectos imprescindibles para los inquilinos y en aspectos relevantes en las decisiones de inversión”, explica Tomás Higuero, consejero delegado de Aire Limpio, un grupo especializado en ofrecer productos y servicios para la calidad ambiental de interiores que trabaja sobre todo en hospitales y oficinas.
Higuero asegura que la calidad del aire interior de los edificios es un factor fundamental para contribuir a la salud y bienestar de los trabajadores. En este sentido, los principales REITS (figura similar a las Socimis en España) de oficinas norteamericanos priorizan que sus activos estén certificados o se encuentren en proceso de certificación, y que sean edificios saludables y eficientes desde el punto de vista energético. Una tendencia también presente en España y que siguen muchas de las grandes Socimis o grupos patrimonalistas en España, como Colonial, Merlín o GMP.
Socimis españolas
Por esta razón, además de la ubicación de los activos, los propietarios de oficinas tienen entre sus principales objetivos reforzar la sostenibilidad de sus edificios.
“Se ha producido un cambio en los interlocutores; no sólo los inquilinos quieren espacios más saludables, los inversores internacionales de los grandes grupos patrimonalistas también quieren en sus carteras activos saludables, que transmitan ciertos valores, y en las memorias de sostenibilidad la salud y el bienestar en el trabajo cada vez están más presentes”, añade Higuero.
