La revista “The Economist” en el último ejemplar de enero publicó un artículo sobre la expansión de las bacterias resistentes a antibióticos en Europa y el rol que juegan los hospitales en su contención. La revista infiere que a su juicio los hospitales del norte de Europa están gestionando mejor esta contingencia que sus vecinos del Sur. Si bien no menciona a España, sí nombra a países como Italia, Grecia, Rumanía o Portugal.
Una de las formas de prevenir este problema es mediante los sensores de calidad de aire que permiten una monitorización remota de las bacterias transporatadas por el aire en entornos hospitalarios.
Principales puntos sobre el artículo en The Economist: “First wash your hands”
Destaca el ejemplo de Dinamarca, país que tiene uno de los índices más bajos de mortalidad por estas superbacterias.
- Los pacientes sospechosos de tener este tipo de bacteria son hospitalizados en habitaciones individuales debidamente presurizadas.
- El uso de este tipo de habitaciones es rutinario para estos pacientes, mientras en otros países europeos se hospitalizan en habitaciones no individuales.
- Todo el personal hospitalario en contacto con estos pacientes debe utilizar sistemas de protección personal (máscaras, guantes, etc…).
- Cuando surgen casos inesperados todo el mundo en contacto con el infectado debe someterse a diagnostico, incluyendo a los trabajadores del hospital.
La prevalencia de este tipo de infecciones en Europa va a más muy rápidamente, están apareciendo bacterias todavía más resistentes a los antibióticos y con tasas de mortalidad más altas.
Esta situación es especialmente delicada en países como Grecia, Rumanía e Italia. Incluso en países como Holanda donde el uso del antibiótico es más limitado la prevalencia de estas bacterias se ha duplicado en los últimos años.
Muchos países europeos no pueden replicar el modelo danés por la escasez de habitaciones individuales presurizadas.
El lavado de manos es clave, de hecho está considerada la medida más efectiva. Otro de los factores que pueden ayudar a frenar la expansión de estas bacterias es mejorando la calidad del aire interior en los hospitales, mediante la habilitación y adaptación de los sistemas de climatización, ventilación, filtración y control de presiones (positiva o negativa).
De acuerdo con el European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) las diferencias entre países no vienen tanto por razones económicas (que por supuesto que influyen) sino más bien que en los países donde la prevención de infecciones es una prioridad, las infecciones se reducen de manera considerable.
Se pone el ejemplo del Gobierno Británico que hizo de la prevención de infecciones un requisito legal y los resultados de las auditorías sobre la materia que se hicieron públicos: las infecciones debidas a MRSA se redujeron un 90%.
En Aire Limpio contamos con la última tecnología para tratar el aire interior en hospitales, lo que permite un manejo más efectivo de los diferentes patógenos que son transportados por el aire.