Ventilación por el Método Directo de Calidad de Aire Percibida en el RITE
Andrea Vacas Revilla* y Policarpo González del Valle de la Brena**
*Ingeniera Industrial. ETSII Universidad de Cantabria. Responsable de Departamento Técnico de Aire Limpio
**Ingeniero Industrial ETS ICAI. Socio-Director de Aire Limpio
La mayoría de las personas son conscientes del daño que produce la contaminación atmosférica del aire exterior. Sin embargo, la contaminación del aire interior de los edificios tiene un efecto mayor en la salud de las personas. La calidad ambiental de los colegios juega un rol importante en la salud y en el resultado académico de los niños. Los niños pasan gran parte de su tiempo en el colegio y son mucho más propensos que los adultos a verse afectados negativamente por la contaminación del aire interior en los edificios. Respiran un mayor volumen de aire respecto a su peso corporal y esto produce una mayor carga de contaminantes en sus cuerpos.
Además, los niños más pequeños tienen menos capacidad de comprender y comunicar claramente sus síntomas. Todos los estudios científicos demuestran que una mala calidad del aire interior origina problemas de salud como asmas, alergias, faltas de atención y asistencia, disminuyendo el rendimiento escolar.
El aire interior es algo más que un problema de “calidad” en los centros de enseñanza. En España, desde el 2007, el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) establece la obligatoriedad para los nuevos proyectos de disponer sistemas de ventilación mecánica en los colegios.
Las últimas vías de investigación están trabajando en cómo los contaminantes del aire interior, en concreto las partículas menores (PM 2.5), deterioran directamente el desarrollo cognitivo de los niños. Esto hace que las escuelas, y en especial las infantiles, deban prestar una especial atención a la calidad de aire en sus centros.
Afortunadamente y gracias al RITE, hoy en día se están instalando en España unidades de ventilación y purificación de aire tipo SIAV, basadas en el Método Directo de Calidad de Aire, que diluyen y filtran estos contaminantes perjudiciales para los niños.
El Método Directo de Calidad de Aire no sólo tiene en cuenta a las personas, si no también los materiales y la calidad del aire exterior donde está emplazado el edificio y otros aspectos olvidados por los métodos tradicionales como la eficacia de ventilación y la eficacia de purificación donde juega una especial importancia la filtración. Los sistemas actuales, incluyen baterías de filtros tanto para la filtración de partículas como para gases y compuestos orgánicos volátiles llegando a eficacias de filtración de calidad hospitalaria como H13. (Tabla 1)
Este método está basado en el informe CR 1752 (método olfativo) que fue desarrollado principalmente por el profesor P. O. Fanger y su grupo de trabajo. Sus conclusiones son aceptadas por la Comisión de la Comunidad Europea/Dirección General para la Ciencia, la Investigación y el Desarrollo, y han sido publicadas con el título “Guidelines for Ventilation Requirements in Buildings”. En base a ello, la norma UNE EN 13779 ha ido permitiendo más flexibilidad al método tradicional de determinación de caudales de ventilación requeridos admitiendo, al igual que el RITE el Método Directo de Calidad de Aire Percibido.
Para su aplicación, Fanger desarrolló dos nuevas unidades de medida: olf y decipol.
Olf (del latín olfactus) es la tasa de emisión de los contaminantes producidos por una persona estándar, adulta, (denominados bioefluentes) que trabaja en una oficina o en un puesto de trabajo de tipo no industrial, sedentario, en un ambiente térmico neutro, y con un nivel de higiene personal equivalente a 0,7 baños al día.
Conocidos el número de personas y la tasa de ventilación estableció el porcentaje de personas que se declaran insatisfechas en un entorno ventilado con la tasa correspondiente. (Figura 1)
Decipol (del latín pollutio) es la unidad de medida de la calidad del aire percibida y se define como la contaminación causada por una persona estándar (1 olf) con una tasa de ventilación de 10 l/s de aire no contaminado (1 decipol = 0,1 olf/(I/s)).
El decipol es directamente proporcional a la tasa de emisión de contaminantes e inversamente a la dilución originada por la ventilación.
La figura 2 representa los mismos datos que la figura 1, pero en términos de decipol frente al porcentaje de insatisfechos.
La técnica para la determinación de caudales de ventilación se basa en la carga sensorial de contaminación producida por los ocupantes y otros focos de contaminación (materiales, ,mobiliario, equipamientos, edificio), con lo que introduce un factor diferencial importante respecto de las técnicas clásicas que sólo consideraban los ocupantes como emisoresde polución.
Dichas cargas sensoriales pueden calcularse teniendo en cuenta los datos experimentales de Fanger, como muestran las tablas 2 y 3.
También para el aire exterior (Tabla 4).
La norma UNE EN 13779 y el RITE incluyen en sus secciones la clasificación de la calidad del aire interior por la calidad de aire percibida en decipols, la tabla 5.
Estos valores tabulados dan como resultado el caudal mínimo de aire de exterior a introducir para que, mezclándose con aire recirculado y purificando dicha mezcla, la calidad de aire de interior sea, en el caso de colegios y guarderías IDA 1 e IDA 2 (aire de buena calidad y calidad media) como exige la normativa y nosotros como usuarios debemos exigir en nuestro entorno. Las medidas para reducir la contaminación atmosférica en las cercanías de los colegios son necesarias, pero a veces de difícil aplicación. Alejar o trasladar los colegios lejos del tráfico es complicado en muchos casos, pero sin embargo, dotar a los colegios con los sistemas adecuados de ventilación y purificación de aire interior es una medida más eficaz, sencilla que protege a los menores.
EL INSTALADOR nº 546 Diciembre 2016