Hace unos días aparecimos en un interesante artículo de Innovaspain sobre la calidad de aire en interiores:
Un grupo internacional de 40 especialistas de 14 países y participación del CSIC, ha reclamado activar medidas concretas relacionadas con la ventilación de interiores para combatir la transmisión aérea de enfermedades como el COVID-19. En una carta publicada en la revista Science, los investigadores piden normas y certificaciones obligatorias para oficinas, restaurantes, espectáculos y transporte público. Pretenden así la puesta en macha de protocolos similares a los establecidos en su día para mejorar la salubridad del agua.
Empresas como Aire Limpio trabajan en esa dirección desde hace más de dos décadas. Veterana en la mejora de la calidad del aire en interiores, la compañía ha desarrollado SMoCAI, un sistema de monitorización continua que mide en tiempo real los niveles de CO2, PM2.5, PM10, TVOCs, temperatura y humedad. “Pensamos que la preocupación por una mejor calidad del aire también ha venido para quedarse. Es un asunto que ha adquirido una relevancia que perdurará cuando pase la pandemia”, explica a Innovaspain Vicente Pinto, Product Manager de Aire Limpio.
A día de hoy no existe una tecnología capacitada para eliminar el virus del aire. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Harvard ha corroborado que en aquellos lugares con una mayor concentración aérea de partículas y gotículas la tasa de muertes provocadas por el SARS-CoV-2 es más elevada.
“Con SMoCAI no medimos directamente la presencia del virus, pero sí todo lo relacionado con un potencial efecto nocivo sobre nuestro sistema inmunológico. Por ejemplo, un ambiente seco favorece la infección, de igual modo que una abundante presencia de material particulado multiplica la probabilidad de que éste acabe en nuestros pulmones. También medimos los compuestos volátiles orgánicos (químicos como desinfectantes, material de limpieza e incluso gel hidroalcohólico) que, si no son controlados, pueden irritar las vías respiratorias”, detalla Pinto.